Esperemos todos que esta "tregua permanente" sea cierta. Creo que hay que extremar la cautela y ser un poquito desconfiados. Ten en cuenta que lelvan más de 900 muertos en cuarenta años. Eso no se puede olvidar...Saludos desde Elda
Meses atrás, allá por enero del presente año un amigo periodista me contó que se rumoreaba en la redacción para la cual ejerce que ETA estaba a punto de anunciar una tregua. En fin, pensé, otra vez. Sí, he de confesar que no fue la alegría el primer sentimiento que aterrizó en mi cabeza, quizás por eso, porque no utilicé la emoción, sino el denostado raciocinio, para declarar en aquel momento que no les creía. Es decir, sí creí en la fiabilidad del rumor, haciendo caso omiso a los manuales peridísticos más recalcitrantes, más aún si daba un vistazo a la actitud de un presidente al que deja de venir grande el traje. Secretismos a voces y movimientos políticos acordes con ellos, me daban la certeza de que esta mal llamada tregua estaba por llegar. (Y digo "mal llamada tregua", porque a mi parecer sólo puede darse tal caso en tiempos de guerra, y en una guerra real, armada, hay como mínimo dos bandos. En este caso, sólo hay un extremo violento, y otro que nos limitamos a sobrellevar la barbarie con una normalidad última ciertamente precupante). En fin, entonces como ahora, recurro a pensar, desde la más absoluta desconfianza, que periodos como éste sólo pueden servir para recuperar una infraestructura del terror que aparenta estar más que tocada. Y no es ésta una postura pepera, me niego. Es sencillamente la voz de la desconfianza, lo dicho. A pesar de ello, hay algo nuevo en la presente ocasión, no puedo explicarte qué. Pero lo hay. ¿La calma? podría. Sin embargo, y muy a pesar del protagonismo politiquero y lo que a éstos les gusta, ahora somos los propios periodistas los grandes responsables de la situación. Nótese que no hablo de medios, sino de periodistas. El mantenimiento de la calma, y el sentido común, es desde mi humilde punto de vista, la partida de algo que habrán de encauzar aquellos protagonistas que estrenan ordenador y corbata en las Cortes. Hace poco una afamada profesora y mediadora en conflictos internacionales contaba en clase al respecto, que no esperásemos soluciones tempranas. La paz es un largo y afanoso camino, no exento de grandes dificultades, pero esto todos lo sabíamos. Ahora sólo queda volver a creer en la esperanza, y aprender a tomar ejemplo, que los españolitos somos dados a la simplificación. Giremos nuestras miradas hacia Belfast, sólo eso. Y comprobaremos asi que queda mucho por hacer. Pero CONFIEMOS en el principio de la andadura, que ya es mucho.
4 comentarios:
Te invito a reflexionar sobre mi artículo de la guerra civil en;
azorinperiodista.blogspot.com
Saludos; Juanjo Payá
Esperemos todos que esta "tregua permanente" sea cierta. Creo que hay que extremar la cautela y ser un poquito desconfiados. Ten en cuenta que lelvan más de 900 muertos en cuarenta años. Eso no se puede olvidar...Saludos desde Elda
Meses atrás, allá por enero del presente año un amigo periodista me contó que se rumoreaba en la redacción para la cual ejerce que ETA estaba a punto de anunciar una tregua. En fin, pensé, otra vez.
Sí, he de confesar que no fue la alegría el primer sentimiento que aterrizó en mi cabeza, quizás por eso, porque no utilicé la emoción, sino el denostado raciocinio, para declarar en aquel momento que no les creía. Es decir, sí creí en la fiabilidad del rumor, haciendo caso omiso a los manuales peridísticos más recalcitrantes, más aún si daba un vistazo a la actitud de un presidente al que deja de venir grande el traje. Secretismos a voces y movimientos políticos acordes con ellos, me daban la certeza de que esta mal llamada tregua estaba por llegar. (Y digo "mal llamada tregua", porque a mi parecer sólo puede darse tal caso en tiempos de guerra, y en una guerra real, armada, hay como mínimo dos bandos. En este caso, sólo hay un extremo violento, y otro que nos limitamos a sobrellevar la barbarie con una normalidad última ciertamente precupante).
En fin, entonces como ahora, recurro a pensar, desde la más absoluta desconfianza, que periodos como éste sólo pueden servir para recuperar una infraestructura del terror que aparenta estar más que tocada. Y no es ésta una postura pepera, me niego. Es sencillamente la voz de la desconfianza, lo dicho.
A pesar de ello, hay algo nuevo en la presente ocasión, no puedo explicarte qué. Pero lo hay. ¿La calma? podría. Sin embargo, y muy a pesar del protagonismo politiquero y lo que a éstos les gusta, ahora somos los propios periodistas los grandes responsables de la situación. Nótese que no hablo de medios, sino de periodistas. El mantenimiento de la calma, y el sentido común, es desde mi humilde punto de vista, la partida de algo que habrán de encauzar aquellos protagonistas que estrenan ordenador y corbata en las Cortes.
Hace poco una afamada profesora y mediadora en conflictos internacionales contaba en clase al respecto, que no esperásemos soluciones tempranas. La paz es un largo y afanoso camino, no exento de grandes dificultades, pero esto todos lo sabíamos.
Ahora sólo queda volver a creer en la esperanza, y aprender a tomar ejemplo, que los españolitos somos dados a la simplificación. Giremos nuestras miradas hacia Belfast, sólo eso. Y comprobaremos asi que queda mucho por hacer. Pero CONFIEMOS en el principio de la andadura, que ya es mucho.
Where did you find it? Interesting read »
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