lunes, noviembre 20, 2006

Horas de grises



Sigo aún perdido en los grises. Sigo tratando de encontrar la solución a la felicidad de horas. ¿Fueron días? Pasaron sin olerlos. Pasaron los minutos en lo que no tocaba el suelo. Pasaron los momentos en los que las heridas ya no dolían. ¿Ahora duelen? Mucho menos, sin duda.


Ya no sé si te conocí ayer o hace años. No sé si eres quien creo o quien quiero creer. Pero eres. Y ahora no estás. Pero cierro los ojos y vuelvo a perderme en tus grises.

Me duele no tener más que darte. Me duele sentirme culpable por remontar sonrisas tan rápido. Pero una vez más la vida me enseña que no soy yo quien decide. Poco a poco vuelven a mí las caricias que un día perdí. Vuelven para que pueda regalarlas de nuevo.

Días horizontales de astros y caricias, batallas y sonrisas no tan partidas. No busqué refugio ni hospitales, sanatorios para mi alma, pero hay miradas que curan. El cariño es más poderoso que el dolor. Con suaves movimientos me venciste y hoy mis heridas ya no son las que fueron.

Gracias por la paciencia, las atenciones, los abrazos y las comprensiones. Gracias por mirarme como nadie, por hacerme diferente. Gracias.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Esa Puerta!

Anónimo dijo...

Escribamos libros. Estoy hasta el moño de homos erectus.

R. Gomariz dijo...

Escribir libros?! Chica calla, bastante tengo con leerlos...

Anónimo dijo...

Joer pos habra que hacer algo no???
y no todo va a ser gustico pal cuerpo!!!!!

Unknown dijo...

hola, encontré tu blog hace unas semanas, y al leer "horas de grises" me idenifiqué, mucho... escribes muy padre.