Son las dos de la mañana y aquí sigo planteándome como afrontar un reportaje sobre una ex-drogadicta, ex-prostituta y ex-indigente. Lo único que sigue siendo, lamentablemente, es enferma de SIDA. Sigo planteándome como afrontarlo. Pero es inútil porque ya está casi terminado. Mientras tanto, sigo planteándome a qué hora he quedado mañana con Rebeca para seguir adelante con esto. Sigo planteándome que pasará este año conmigo, con mi vida (personal y profesional). Ya se que no son horas. Pero sigo planteándomelo.
A la vez que me planteo sin resolver, observo alucinado una pelea en mitad de la calle. Los motivos quizás sean los de siempre: una extranjera borracha es 'invitada' a salir de un bar, pero su cuerpo le pide marcha, así que se enzarza a puñetazo limpio con el dueño del bar (que sin duda se llevó la peor parte...)
Pero no me distrae demasiado. Sigo planteándome más cosas. Pero ahora ya sé que no son horas. Perdonen, olvidé decirles que no me esperasen levantados...
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