Dos días más y aún me planteo un maldito audivisual. No sé como "reportajear" la historia de una treintañera con camino. Prostituta desde los 14 años, se fue a vivir a los 12 con un hombre de 32. El 'señor' la fue introduciendo en el mundo de las drogas y la sacó a la calle. Ahora tiene treinta y pico años, un hijo de 8 y un virus que se la come por dentro. Tiene SIDA. Ahora viene la pregunta: ¿De dónde sacas fuerzas para elaborar un reportaje sin caer en el sentimentalismo? Señores, uno no es de piedra y no puede evitar bajar la cabeza al comparar posiciones. Sigo pensando cómo hacerlo.
Mientras, esa Maldita Rebeca estará de cañas sin pensar lo más mínimo que mañana debe estar entregado ese reportaje, y que aún queda un off por escribir y locutar, y alguna imagen que montar...
Queda poco, lo sé. Pero pesa la sensación de tener una gran historia y no saber qué hacer con ella. No saber cómo hacerlo. Mañana es el día. Seguiremos informando...
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